En vísperas de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 2024, muchas galerías de arte en la emblemática zona de Saint Germain des Près en París se han visto obligadas a cerrar sus puertas de manera anticipada.
Los comerciantes han reportado una disminución significativa en el acceso de los clientes a estas áreas, impidiendo que el público disfrute de las exposiciones planificadas. Este artículo explora las razones detrás de estos cierres y las consecuencias que podrían enfrentar las galerías y negocios locales.
Instalación de vallas metálicas y su impacto en los negocios en París
En la última semana, el paisaje urbano de París ha cambiado drásticamente con la instalación de vallas metálicas en el centro de la ciudad. Estas medidas, implementadas sin previo aviso el 28 de junio, sorprendieron tanto a residentes como a comerciantes.
Virginie Boissière, directora de la Galerie Forest de la Divonne, expresó su frustración ante esta situación, señalando que las vallas han ralentizado considerablemente el tráfico peatonal, afectando negativamente a los negocios locales. George-Philippe Vallois, fundador de la Galerie George-Philippe et Nathalie Vallois, calificó el contexto como desastroso, asemejándolo a una prisión que estrangula la actividad comercial.
Restricciones en la «zona gris»: falta de comunicación afecta a las galerías de arte en París
Las vallas tienen como objetivo crear una «zona gris» controlada cerca de las orillas del Sena, restringiendo el acceso del público general. Se instruyó a aquellos que necesitaban ingresar a esta área a solicitar códigos QR con anticipación.
Sin embargo, varias galerías informaron que no fueron notificadas adecuadamente. Laurence Esnol, fundadora de su propia galería, criticó esta falta de comunicación, considerándola una falta de respeto hacia los negocios locales. A pesar de las garantías iniciales de que los clientes podrían acceder sin problemas, la realidad ha sido muy diferente.
Problemas con el sistema de códigos QR: ineficacia perjudica a galerías de arte, peluquerías, entre otros negocios
El sistema de códigos QR, diseñado para permitir el acceso controlado a la «zona gris», ha demostrado ser ineficaz en muchos casos. Los clientes que intentaron ingresar mencionando sus citas con galerías, peluquerías o restaurantes se encontraron con obstáculos inesperados.
Charlotte Ketabi, directora de la galería Ketabi Bourdet, relató cómo un coleccionista fue rechazado a pesar de tener una cita confirmada. Esto subraya las deficiencias del sistema y la pérdida potencial de ventas cruciales para las galerías.
Consecuencias económicas para las galerías de arte y otros negocios
El impacto económico de estos cierres es significativo, especialmente para las galerías de arte que dependen de ingresos impredecibles. La ex primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció la creación de una comisión para indemnizar a los negocios afectados, aunque aún no se han proporcionado detalles claros sobre cómo se calcularán las compensaciones.
Perspectivas frustradas para las galerías de arte en París
Julio, tradicionalmente un buen mes para las galerías de arte debido al aumento del turismo, se ha visto afectado por las restricciones impuestas por los Juegos Olímpicos. La promoción del evento generó expectativas de un aumento en la afluencia de visitantes adinerados, lo que podría haber significado un auge para las galerías locales.
Sin embargo, la imposibilidad de recibir clientes ha hecho que estas esperanzas se desvanezcan. Además, la creación de zonas no motorizadas complicará aún más la logística para las galerías, impidiendo el acceso de transportistas y afectando la operatividad diaria.
La preparación para los Juegos Olímpicos de 2024 ha tenido consecuencias imprevistas y severas para las galerías de arte en Saint Germain des Près en París. Las medidas de seguridad y las restricciones de acceso han obstaculizado el flujo de clientes y visitantes, poniendo en riesgo la viabilidad económica de estos negocios.
Vía Artnews