Durante el fin de semana del 24 al 25 de mayo, el departamento de Alpes-Maritimes en el sur de Francia sufrió graves interrupciones del suministro eléctrico, afectando a unas 160.000 viviendas en ciudades como Cannes y Niza. Las autoridades confirmaron que los apagones no fueron fortuitos, sino consecuencia de ataques intencionados contra infraestructuras eléctricas. En particular, un transformador fue objeto de un incendio provocado.
La respuesta inmediata del Ministerio del Interior
Ante estos acontecimientos, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, reaccionó rápidamente. A través de un telegrama enviado a los prefectos, ordenó reforzar de forma inmediata la seguridad en los puntos clave del sistema eléctrico nacional, en colaboración con los operadores energéticos. El funcionario subrayó la importancia de proteger las infraestructuras que permiten «asegurar los actos esenciales de la vida cotidiana».
Posibles autores: colectivos anarquistas se adjudican los hechos
Paralelamente, los parquets de Grasse y Draguignan investigan una supuesta reivindicación publicada en un portal colaborativo administrado por un grupo de tendencia ultraizquierdista. En el comunicado, dos «bandas de anarquistas» se atribuyen la responsabilidad de los sabotajes ocurridos entre la noche del viernes y la mañana del sábado. No obstante, esta reivindicación aún está siendo verificada por las autoridades judiciales.
Medidas de prevención y vigilancia reforzada
La gravedad de estos actos ha llevado a que se incremente el nivel de alerta sobre las infraestructuras críticas, especialmente aquellas relacionadas con la producción y distribución de energía. El Ministerio del Interior insiste en la necesidad de actuar con rapidez y firmeza para garantizar la seguridad energética del país y evitar nuevas interrupciones que puedan afectar el día a día de miles de ciudadanos.
Los recientes sabotajes eléctricos en los Alpes-Maritimes han encendido las alarmas sobre la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas. La respuesta inmediata del gobierno busca prevenir nuevos actos de este tipo, mientras las investigaciones avanzan para esclarecer la autoría. En este contexto, proteger la red eléctrica se vuelve esencial para garantizar la continuidad de servicios básicos y la tranquilidad de la población.