La noche en que el cielo ardió sobre Ucrania: Rusia responde con su mayor ofensiva aérea tras perder sus bombarderos estratégicos en un ataque sorpresa de Kyiv

La madrugada del viernes fue especialmente oscura para Ucrania. Rusia lanzó una ofensiva aérea, la más grandes desde que inició la invasión a gran escala, utilizando más de 400 drones y decenas de misiles.

Este ataque masivo, que dejó al menos tres muertos y decenas de heridos, fue una respuesta directa a una operación sorpresa ucraniana que había dañado seriamente parte de la flota de bombarderos estratégicos rusos.

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Cortesía: Reuters

Un castigo tras el golpe de Kyiv: la ofensiva aérea de Rusia

La causa inmediata del ataque ruso fue la Operación Telaraña que Ucrania lanzó días antes contra bases aéreas rusas, afectando un tercio de los bombarderos capaces de lanzar misiles de crucero. Este golpe simbólicamente fuerte expuso vulnerabilidades en el aparato militar ruso.

En respuesta, Moscú aseguró que su bombardeo masivo era una represalia por estos «actos terroristas». Sin embargo, para Ucrania, el castigo se dirigió principalmente contra la población civil, no contra objetivos militares.

Destrucción y resistencia en las ciudades ucranianas

Kyiv fue uno de los principales blancos de los ataques. Las imágenes mostraban incendios en edificios residenciales y vehículos destruidos por escombros. A pesar de la intensidad del ataque, la defensa aérea ucraniana logró interceptar la mayoría de los proyectiles.

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Rusia responde con su mayor ofensiva aérea. El ataque a Ucrania
Cortesía: Gleb Garanich/Reuters

De los 452 lanzamientos, se lograron derribar 406, lo que evitó una tragedia aún mayor. No obstante, varias regiones como Chernihiv y Lutsk también sufrieron impactos importantes.

Escalada y tensiones políticas

Ucrania no se quedó de brazos cruzados. Lanzó un nuevo ataque contra aeródromos rusos, en un intento por evitar futuros bombardeos. En paralelo, la reacción internacional fue tibia. El expresidente estadounidense Donald Trump, tras hablar con Putin, no condenó los ataques rusos y comparó la guerra con una pelea entre niños, lo que generó descontento en Kyiv.

El ataque aéreo ruso no solo fue una represalia: fue un mensaje de fuerza. La guerra entre Rusia y Ucrania entra así en una nueva etapa de peligroso equilibrio. Cada ataque y contraataque eleva las tensiones y hace más incierta cualquier posibilidad cercana de paz.