Investigaciones recientes han propuesto estrategias innovadoras para tratar enfermedades neurológicas, enfocándose en la interacción entre el cerebro, los vasos sanguíneos y el sistema inmunológico.
A menudo, las fugas de sangre en el cerebro a través de vasos dañados desencadenan reacciones inmunitarias tóxicas que agravan trastornos como el Alzheimer o la esclerosis múltiple.
Interacciones entre cerebro, sangre e inmunidad: un enfoque revolucionario
El proceso que conecta varias enfermedades neurológicas incluye una respuesta inflamatoria descontrolada. A diferencia de condiciones monogénicas, estos trastornos no se explican solo por genética, ya que factores ambientales y vasculares juegan un papel importante. Las fugas sanguíneas, que introducen proteínas como la fibrina en el cerebro, activan una cascada dañina.
El papel tóxico de la fibrina en el cerebro
El equipo de Katerina Akassoglou ha identificado a la fibrina, responsable de la coagulación, como el desencadenante principal de la inflamación. Esta proteína se infiltra en el cerebro, causando daño neuronal, observado en enfermedades tan diversas como la esclerosis múltiple, lesiones cerebrales traumáticas y hasta complicaciones neurológicas derivadas del COVID-19.
Inmunoterapia basada en fibrina: avances y potencial
Una solución prometedora ha surgido con el desarrollo de un tratamiento inmunoterapéutico que neutraliza la fibrina sin afectar su función en la coagulación. Los estudios con animales han demostrado su efectividad en reducir los efectos adversos de varias enfermedades neurológicas. Actualmente, un anticuerpo monoclonal dirigido a la fibrina está en ensayos clínicos de fase 1.
Hacia una nueva era de investigación interdisciplinaria
La investigación sobre la fuga de sangre en el cerebro y su impacto en enfermedades neurológicas sugiere un cambio de paradigma. Los científicos abogan por una colaboración interdisciplinaria que combine inmunología, neurociencia y bioingeniería, lo que podría revolucionar el desarrollo de fármacos para estas enfermedades.
La identificación de la fibrina como elemento clave en la progresión de enfermedades neurológicas abre una ventana a nuevas estrategias terapéuticas. Con la inmunoterapia focalizada en sus propiedades inflamatorias, se prevé que en la próxima década surjan tratamientos más efectivos.
Fuente: ScienceDaily