Invader lanzó una obra de arte callejero en los Juegos olímpicos de este año. El artista, conocido por sus obras pixeladas que evocan la nostalgia de los videojuegos arcade, ha revelado una nueva pieza que combina su estilo característico con el espíritu olímpico, captando la atención tanto de locales como de visitantes.
Un homenaje pixelado a los Juegos Olímpicos
La última creación de Invader, situada estratégicamente cerca del río Sena, destaca por su diseño pixelado en tonos azules. Aunque a primera vista puede parecer una obra abstracta, su forma recuerda a la de un atleta en pleno movimiento, celebrando la energía y dinamismo de los Juegos Olímpicos.
Esta interpretación fue confirmada por un portavoz del artista, quien explicó que el “space invader” en la obra está corriendo, portando los colores emblemáticos de la señalización olímpica, como un tributo a la fusión entre el deporte y la cultura en la capital francesa.
La trayectoria y legalidad del arte callejero de Invader
La nueva obra es solo una de las más de 1,500 que Invader ha diseminado por las calles de París. Su arte, aunque técnicamente considerado ilegal por las leyes francesas que lo clasifican como vandalismo, ha logrado un reconocimiento significativo.
Las autoridades parisinas, incluyendo a la alcaldesa Anne Hidalgo, han mostrado un apoyo tácito a su trabajo, llegando incluso a exhibir una de sus piezas en la oficina del ayuntamiento. Este respaldo, aunque no oficial, subraya la manera en que el arte de Invader ha penetrado en la conciencia cultural de la ciudad.
El estilo característico de Invader
El trabajo de Invader no es simplemente una expresión artística; es una declaración sobre la intersección entre la era digital y el espacio urbano. Inspirado por los videojuegos arcade de décadas pasadas, Invader convierte los píxeles en arte tangible. Así, transforma lo digital en algo que puede ser experimentado físicamente en las calles. Esta técnica ha definido su carrera y le ha permitido conectar con audiencias de todo el mundo.
La intervención de Invader en los Juegos Olímpicos de París 2024 es más que una simple obra de arte callejero; es un símbolo de cómo el arte y el deporte pueden unirse para crear algo que trasciende las fronteras culturales.
Vía Artnews