Lee Jae-myung asume la presidencia de Corea del Sur con promesas de reconciliación y reformas urgentes tras la crisis política de la ley marcial

En un giro político decisivo para Corea del Sur, Lee Jae-myung ha asumido la presidencia tras imponerse en unas elecciones marcadas por el rechazo a la administración anterior y la polarización política. En su discurso de investidura, Lee prometió «unir a la nación», restaurar los valores democráticos y enfrentar los desafíos económicos de forma inmediata.

Lee Jae-myung asume la presidencia de Corea del Sur
Cortesía: EFE | Fotógrafo: Ahn Young-joon / POOL

Lee Jae-myung promete una nueva era de unidad en Corea del Sur

Durante su primer discurso como presidente frente al Parlamento, Lee Jae-myung subrayó su compromiso con el restablecimiento de la democracia, al afirmar que «nunca más se pondrán en riesgo las instituciones democráticas del país». También se refirió a los conflictos recientes señalando a «facciones políticas sin interés en mejorar la vida del pueblo» como las responsables del caos vivido.

Lee, quien en el pasado protagonizó varios escándalos políticos, parece haber capitalizado el malestar ciudadano para alcanzar la presidencia. Su victoria con el 49.4% de los votos fue interpretada como una respuesta directa a la gestión de su antecesor, especialmente tras los intentos de este por consolidar un poder autoritario.

El plan inmediato: reconstrucción económica y estabilidad democrática

El nuevo mandatario anunció la creación inmediata de una fuerza de tarea económica de emergencia, con el fin de responder rápidamente a los efectos de la inestabilidad política. Lee también prometió un gobierno “flexible y pragmático”, centrado en restaurar la confianza en las instituciones y en la justicia.

Un juicio pendiente podría marcar el futuro presidencial

A pesar de su triunfo, Lee encara un proceso judicial en la Corte Suprema por supuestas violaciones a la ley electoral. Aunque la legislación impide procesar a un presidente en funciones, excepto en casos de traición o insurrección, un veredicto condenatorio abriría un incierto camino legal y político.

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Cortesía: (Foto de JEON HEON-KYUN / POOL / AFP) / JEON HEON-KYUN

Reacciones del pueblo por victoria de Lee Jae-myung: esperanza y cautela

El día de la investidura, decenas de simpatizantes se reunieron para celebrar la victoria de Lee, muchos de ellos esperanzados con que cumpla sus promesas de justicia y equidad. Sin embargo, hay sectores que siguen profundamente divididos, especialmente los que aún respaldan al expresidente Yoon.

Este grupo, conformado en gran parte por jóvenes varones y adultos mayores, sostiene que las acciones del anterior gobierno fueron necesarias para salvaguardar la seguridad nacional.

Una sociedad fracturada que exige reconciliación

Expertos advierten que uno de los mayores retos de Lee será reconciliar una sociedad profundamente polarizada. Durante las últimas administraciones, el debate político ha estado marcado por la confrontación ideológica y la desconfianza. A pesar de hablar de unidad, Lee deberá manejar con cuidado las exigencias de justicia sin agudizar las tensiones ya existentes.

Alta participación electoral: un mensaje claro de cambio

La jornada electoral registró una participación del 79.4%, la más alta desde 1997. El número elevado de votantes jóvenes, especialmente hombres de entre 30 y 39 años, reflejó el creciente interés por influir en el rumbo del país. Algunos analistas aseguran que el voto no fue tanto un apoyo a Lee, sino una forma de rechazar los excesos del gobierno anterior.

La llegada de Lee Jae-myung a la presidencia de Corea del Sur marca el inicio de una etapa crucial para un país que busca sanar heridas políticas profundas y reenfocar su rumbo económico y democrático.