Los retratos oficiales del Rey Carlos III y la Reina Camila fueron revelados al público, marcando un momento significativo dentro de la tradición real británica. Estas nuevas obras, firmadas por los artistas Peter Kuhfeld y Paul Benney, han sido bien recibidas por el público y buscan renovar el enfoque visual de la monarquía moderna, en contraste con anteriores retratos que generaron controversia.
El Rey Carlos III y un retrato que combina luz con solemnidad
En esta ocasión, el Rey Carlos III ha optado por una representación mucho más clásica y sobria en comparación con el primer retrato de su reinado, que provocó polémica en redes sociales debido a su intenso tono rojizo.

Esta vez, el artista Peter Kuhfeld presenta al monarca vestido con la indumentaria ceremonial que utilizó durante su coronación. El cuadro muestra al rey de pie, con la corona colocada sobre un pedestal iluminado por la luz solar que entra por una ventana cercana, otorgando un efecto de resplandor simbólico.
Kuhfeld, quien mantiene una relación artística con Carlos desde 1986 cuando pintó a los príncipes William y Harry, afirmó que dedicó más de un año y medio a completar la obra. Su intención fue lograr una imagen que uniera lo “humano y lo regio”, en línea con los estándares clásicos de la pintura de retratos reales.
La Reina Camila en una representación que combina realismo y empatía
Por su parte, la Reina Camila ha sido inmortalizada por Paul Benney, reconocido por su estilo casi fotorrealista y por sus trabajos previos con la realeza. El retrato la muestra luciendo su vestido de coronación de seda y mirando directamente al espectador, transmitiendo una mezcla de majestuosidad y cercanía.

Benney destacó que la reina posó en varias sesiones en Clarence House, y que incluso la corona fue llevada desde la Torre de Londres para que pudiera estudiarla a detalle. Su objetivo era capturar tanto la importancia histórica del evento como el lado más humano y empático de Camila.
Una tradición de siglos con nueva luz
Los retratos de coronación han sido parte esencial del protocolo real desde hace siglos. Ejemplos anteriores, como el de la Reina Isabel II en el Salón del Trono, han servido como símbolos del poder monárquico. En esta nueva etapa, sin embargo, las pinturas buscan además proyectar una imagen más íntima y contemporánea de los monarcas.
Las reacciones en redes sociales, en esta ocasión, han sido en su mayoría positivas. Muchos usuarios han celebrado el tono más sobrio y elegante de las nuevas obras, calificándolas como “bellas” y “dignas”.
Los nuevos retratos oficiales del Rey Carlos III y la Reina Camila no solo continúan una antigua tradición de la monarquía británica, sino que la reinterpretan con una sensibilidad moderna.