El mercado de cine AFM de este año ofrece varias películas de terror, pero Went Up the Hill, la segunda película del director neozelandés Samuel Van Grinsven, destaca como una propuesta singular en el género.
En lugar de recurrir a recursos típicos de terror, esta película utiliza una narrativa de posesión y espíritus para profundizar en temas emocionales complejos como el trauma y el duelo.
Personajes atrapados por el pasado: el vínculo entre Jack, Jill y Elizabeth
En esta historia, Dacre Montgomery, de Stranger Things, y Vicky Krieps, conocida por Phantom Thread, interpretan a Jack y Jill, dos personajes conectados por su conflictiva relación con Elizabeth, la madre de Jack y antigua amante dominante de Jill.
Los tres personajes se cruzan cuando Jack asiste al velorio de su madre, Elizabeth, quien se suicidó. Durante la noche, el espíritu de Elizabeth toma posesión de Jill para comunicarse con Jack, y, en un giro impactante, luego posee a su hijo para confrontar a su ex amante.
Montgomery sobre esta dinámica inusual:
Es una historia interpretada por dos actores, con ambos desempeñando el rol de la misma persona
Transformación a través de actuaciones sutiles y realistas
Las interpretaciones de Montgomery y Krieps son esenciales para la atmósfera perturbadora de la película. La posesión no se manifiesta a través de voces espeluznantes ni de violencia exagerada, sino mediante gestos sutiles y cambios de comportamiento.
Krieps logra transmitir la frialdad y rigidez de Elizabeth cuando toma el cuerpo de Jill, mientras que Montgomery aporta una suavidad y severidad que reflejan la esencia de su madre fallecida.
Esta elección estética aleja a la película del horror sensacionalista y le permite abordar el dolor y el duelo de forma íntima y conmovedora.
Una exploración profunda del duelo y los lazos del pasado
Went Up the Hill examina cómo los muertos continúan afectando a los vivos. Durante el estreno en el Festival de Cine de Toronto, Krieps explicó su conexión personal con el tema, compartiendo que el guion le recordó la forma en que el pasado sigue “poseyendo” a las personas. Dijo:
Incluso si no se trata de una persona tóxica como Elizabeth, seguimos atados a nuestras relaciones pasadas. Los muertos no se van; emocionalmente, siguen rondándonos
Went Up the Hill se alza como una de las historias de fantasmas más originales en los últimos años. Lejos de depender de sustos comunes, la película profundiza en los aspectos psicológicos y emocionales de lo que significa ser perseguido por el pasado.
Fuente: The Hollywood Reporter